LA POLEMICA DEL SPOT DE CAMPOFRÍO

Pues no es para tanto la verdad. Hay mucha polémica con lo del anuncio de Campofrío por aquello del «hazte extranjero». En las redes sociales hay de todo, quien la critica, quien la alaba, de todo. Yo, después de pensarlo seriamente y haciendo un análisis exhaustivo de todos los pros y contras de esta tesitura he llegado a la conclusión de que me la repantinfla, ni fu ni fa.

Por una parte, a mí el elenco de actores que participan en general me caen bien. Chus Lampreave,  que como actriz guapa, o chica de portada, nunca la he visto, pero la he visto en tantos papeles de cine de buenas películas que es ya como de la familia. Otro tanto me pasa con Quique San Francisco, que parece que comparta el código genético de la guapura con la anterior. Es un tío, que lo ves por la calle y te dan ganas de tomarte dos cañas y echar un par de cigarros con él, y eso que yo ya no fumo.

Con otros participantes me pasa igual. Yo siempre he sido de oír rock, pero una vez vi a Rosario en un concierto y me demostró que sabe montar el espectáculo. Sabía rodearse de profesionales y se movía en el escenario como pez en el agua. Es decir, a mi, sin gustarme su música, me hizo disfrutar del espectáculo.

Chiquito de la Calzada, Leo Harlem, las Hermanas Hurtado, pues sí, hacen humor en España, y hay que reconocerlo, cada uno en su humor nos define un poco como somos. Yo no sé si Chiquito encajaría en el humor inglés, porque probablemente, nadie entendería sus chascarrillos, tan particulares, igual que a Leo haciendo de perro pulgoso o a las Hurtado de marujo-modernas españolas de esas que siguen las tendencias a su manera..

En fin, que no digo ya nada del resto, porque todos son artistas reconocidos y ahora me toca meterme con lo polémico del spot, porque la verdad es que sí, Campofrío lo más español que tiene ahora mismo son los chorizos. Eso sí que es marca España, por desgracia. Los mandamases de Campofrío andan ahora entre mexicanos y chinos, lo cual no dice mucho de lo patriótico de la marca, pero bueno, yo siempre he defendido que lo de ser español no deja de ser cosa del azar, esta marca así lo demuestra.

Y es que sólo nos acordamos de la chulo de ser español cuando nos lo meten en el ojo. Esa españolidad al final no deja de ser una legaña, que no nos deja mirar bien. Cuando queremos, estamos muy contentos de ser españoles, por ejemplo cuando mete un gol la roja: a mí, que no sigo el fútbol, me toca aguantar el claxon del gelipolla de turno con el coche o los berridos de la familia de enfrente, que se juntan para ver el evento.

Pero luego estamos allí, con esa española parsimonia, que dirán de la flema inglesa, pero los españoles a la hora de tocarnos los cojones somos los máster cum laude…Me río yo de la eficacia alemana a la hora de tocarnos los destos. Si escribiéramos un libro sobre como nos rascamos los apóstoles le quitaban el nóbel de física a los del bosón de higgs.

Yo no me explico si no es con esa pachorra española, como puede ser que llevemos ya tantos años de tomadura de pelo de los gobernantes y estemos igual, viéndolos desde el sofá. Es como ese hombretón español de buena familia que está sentado en el sofá «agotao» del currele y llaman a la puerta y sabe que son sus amigos pero le dice a la «parienta», Amparo, abre tú, que seguro que es la vecina para charrar contigo..Lo hace, como si no fuera con él, porque se tiene que levantar del sofá AHORA y no LUEGO..Para eso también somos muy españoles.

En fin, que no sé porqué tanto discutir sobre españolidad, que si nacionalismos, que si gilipolleces. Eso no va a dar de comer a nadie más que a cuatro tertulianos que cobran por no salirse de un guión y por llevar a los borregos encarrilados hacia donde quieran. A mi me la repantifla lo del orgullo español. ¿Contento de vivir en España?..Hombre sí, porque  hace sol , tengo playa cerca de casa, y la familia no me pilla lejos tampoco. Me repito mucho, pero lo mismo dirá de su país un ruso, un coreano o un neocelandés, lo del orgullo patrio está muy bien, pero no deja de ser un invento. Enorgullecerse de algo que no te ha costado nada, no deja de ser una forma de egolatría bastante estúpida, porque mérito, no tiene mérito ninguno.